ahora sólo son cenizas
sobre mis labios.
las palabras que nunca dijimos,
quizá volaron hacia la ingenuidad;
la ternura y tus manos tan llenas,
me tallan con delicada alevosía
este vacío de tu ausencia,
que es un precipicio,
hacia el que es mejor ni mirar.
*"el revés de tener mayor deseo que el permitido es, sin embargo, la indiferencia de no sentir ninguno" leía hace poco..
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