.

.
*viñeta por Liniers

martes, junio 23, 2009



.

Aquello que hay en mí, que no soy yo, y que busco.
Aquello que hay en mí, y que a veces pienso que
también soy yo, y no encuentro.
Aquello que aparece porque sí, brilla un instante y luego
se va por años
y años.
Aquello que yo también olvido.
Aquello
próximo al amor, que no es exactamente amor;
que podría confundirse con la libertad,
con la verdad
con la absoluta identidad del ser
-- y que no puede, sin embargo, ser contenido en palabras
pensado en conceptos
no puede ser siquiera recordado como es.
Es lo que es, y no es mío, y a veces está en mí
(muy pocas veces); y cuando está,
se acuerda de sí mismo
lo recuerdo y lo pienso y lo conozco.
Es inútil buscarlo, cuanto más se le busca
más remoto parece, más se esconde.
Es preciso olvidarlo por completo,
llegar casi al suicidio
(porque sin ello la vida no vale)
(porque los que no conocieron aquello creen que la vida no vale)
(por eso el mundo rechina cuando gira).

Este es mi mal, y mi razón de ser.




Mario Levrero.
El discurso vacío

5 comentarios:

Galantz dijo...

Que buen escrito
Eso si...lo tuve que leer tres veces
Saludos

Anónimo dijo...

Sigo pensando en tí.

Muchas gracias por acordarte de mi cumple.

Sigo pensandoTE.

Hoy, que vengo de celebrarlo...que tengo un par de vinos encima...

...tenía que haber sido valiente.

Pero no.

Ahora te siento lejos y cerca a la vez.

Te mando besitos sabor....sabor....sabor a mi.

Sergio.
Cloud.
Yo.
Cuídate mucho.
Siempre me hiciste bien.

Martín dijo...

Iba a decir lo mismo que Galantz, a si que prefiero no repetir.

Unknown dijo...

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Julio Cortázar

Anónimo dijo...

Somos casi un recuerdo.
Nos merecemos serlo
y no lo somos.
Somos, o al menos soy,
las cenizas de algo que no ardió del todo.

Te recuerdo. Lo hago invariablemente
ya sea recordando lo que fuimos,
lo que no fuimos o lo que quisimos ser.

Te recuerdo aunque a veces me lo invente,
y te imagino junto a aquella estatua
con un jersey rojo que te tapa la nariz.

Hace frío, y tu recuerdo, falso recuerdo,
me reconforta y me hace tan crédulo
que tu sonrisa, inexistente,
se convierte en lo único real en ese momento.

Hay quienes dirán que no es posible.
Que no puede ser.
No importa, seguramente nunca sentirán
algo tan real como este recuerdo de mentira.

Viviré, sentiré, experimentaré...
y nunca viviré, sentiré ni experimentaré
nada parecido a lo que me hiciste sentir.
TÚ.

cloud