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Te llevo por dentro, insolente,
como una enredadera,
terco, doliente...
inextirpable siquiera por piedad.
Te guardo un rincón oscuro
y una mano temblorosa,
un refugio bajo las cañerías,
siempre que quieras, ya sabes..
estar a salvo entre mis piernas.
Y suscribo el aullido de mi alma,
bajo tu pesar (y el mío).
Y me faltas cuando tengo
los pies fríos,
cuando me calienta este café,
cuando llueve
y no puedo perderme contigo
por éstas calles de Brooklyn.
Y te añoro en la distancia:
"ese camino que recorro
al desprenderme de tu cuerpo"
Y así entenderás cómo
yo no necesito motivos para extrañarte.
8 comentarios:
Preciosa. Un beso.
Sorprende usted señorita Rateta... cuídese.
Como siempre, genial. Se la echa en falta cuando nos hace esperar tanto.
Un saludo.
señoritaaaaa xD
ya doy señales de vida!! jeje, esq estoy en ello, subiendo videos y esas cosas.. mañana ya los podreis ver en youtube!
agregame o mandame un mail, como prefieras.. y en cuanto lo tenga listo te lo paso :)
elisa83cr@hotmail.com
por cierto, lo que has escrito está genial! me ha hecho recordar..
Pero estrellita!
Qué lindos sentimientos has expuesto..
Intenta disfrutar de las cosas pequeñitas y de esos detalles que hacen que sobrevivamos!
LINDA! besito!
El título y la primera estrofa me hacen pensar en Sabina.
Gran poema. Un abrazo!!
Qué bueno pequeña! sólo extrañamos aquello de lo que jamás nos aburrimos, o quizá lo que nunca tuvimos... Me identifico con tu texto, me toca la fibra, mi rotura de fibra. Sensibilísima canción triste y lenta para un invierno más frío y largo. Al menos es agradable compartir un café caliente en unas manos heladas. Besos :)
Gracias chicos...
:)
ésto habría muerto sin vosotros y sin el radioblog!
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