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Oh sí,
Qué jodidamente brillante me creo
para imaginarme haber tenido
(...lúcida, pero atropelladamente)
un instante de química contigo.
Alimentas mi líbido,
resucitas mi ego
y mi perversión,
tremenda desfachatez
creerme a tu nivel!
Oh Dios perdóname,
por mi audacia.
Pero, sabes?
Tanto misterio sólo conduce
al desencanto,
y al tedio,
y, tanto así.. me canso,
me harto de tu temor a dejarte llevar
en mi presencia
(no respirar! no respirar!)
y me hundo en la esperanza,
terrorífica palabra,
de que dejes de fingir lo que no eres,
de que vuelvas a tentar a la suerte
para conseguir algo
que ya tienes,
y acabes por no tenerme miedo,
nunca más.
1 comentario:
Se echaban de menos tus versos...
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